Son un tipo de pan marroquí que
se come para desayunar o merendar con té y se pueden hacer salados con queso o
dulces con miel, mermelada, frutos secos, etc.
Hay muchas variantes de este tipo
de panes como el Rgayet o Msemem hechos con sémola y harina de trigo, también van doblados como
pañuelos y el Meloui exactamente igual que el anterior si bien lo que varía es en la forma de doblarlo, ya que el Rgayef es cuadrado y el
Meloui va enrollado como su nombre indica.
La receta nos la hizo la Latifa y
nos demostró lo muy hábil que hay que ser para hacer esta elaboración. Nos dijo que suele hacerla bastante y nos
trajo una sartén especial para hacerlos que llaman tajine, de base gruesa 100%
metálica con la que consiguen una difusión correcta del calor. Lástima que
nosotros no pudimos utilizarla ya que en inducción no funciona. Utilicemos una
de teflón normal y el resultado fue más que aceptable.
Ingredientes:
1 kg. de harina de trigo normal.
750
grs. de agua aproximadamente.
Sal.
Aceite
de girasol.
Elaboración:
En
un recipiente hacemos la masa con la harina, el agua que iremos añadiendo según
nos lo pida la masa y la sal. Integramos bien los ingredientes, trabajándola de
5 a 10 minutos hasta que nos quede elástica. Dejamos reposar tapada ½ hora, no hace falta que
doble el volumen ya que no lo hará porque no tiene levadura.
Una
vez reposada la masa a temperatura ambiente hacemos porciones con las manos
bien impregnadas en aceite de girasol de unos 3-5 cents y las ponemos en una
bolsa de plástico para que no se resequen.
Ahora
hay que extender las bolas lo máximo que podamos. Cogemos una bola y con los
dedos la aplanamos sobre un mármol untado de aceite y es cuestión de ir
estirando poco a poco dándole elasticidad con aceite para que no se nos rompa.
Una
vez bien estirada se dobla por las puntas en forma de pañuelo o sobre. Se le pueden dar una o dos tandas de dobleces
según lo grande que nos quede la masa e incluso poner una dentro de otra hecha
anteriormente. Siempre que vayamos doblando tenemos que mojar con aceite la
masa así conseguiremos un poco de efecto hojaldre.
Cuando
tenemos todos los paquetitos hechos. En una sartén llamada tajine o en una antiadherente
con un poco de aceite hacemos los ragaif por ambos lados a fuego bajo para que se nos
cuezan bien por dentro, no se nos quemen
y nos queden bien crujientes.
A
la hora del té se pueden servir solos o con miel, mermelada, etc.
Esta
receta nos la hizo Latifa, el 5 de julio
en los talleres de Cocina Fogons del món en Esplugues de Llobregat. Dedicado en
esta ocasión a la repostería y dulces de
Marruecos.
Siempre con el lema de cocinar y fomentar la integración
Esas filloas tienen muy buena pinta, ahora mismo me comeria una, besos
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