domingo, 28 de octubre de 2012

MERCAT DE MERCATS 2012. LA FIESTA DEL PRODUCTO Y DE LA GASTRONOMIA BARCELONESA. PODEMOS ROMPER LA UNIFORMIDAD DE PRODUCTOS Y DESARROLLAR LA AGRODIVERSIDAD.






Durante los días 19, 20 y 21 de octubre hemos podido disfrutar de la feria de los mercados de Barcelona.
Organizada por el Ayuntamiento de Barcelona y  el Instituto Municipal de Mercados de Barcelona pretende dar un impulso a los mercados municipales,  a los productos  frescos y de proximidad.
Con unas cifras de más 250000 visitantes  y más de 6000 participantes en las 50 ponencias de la Aula Gastronòmica, el Celler dels Sumillers y el Bus Alícia  podemos considerar que hay una  gran inquietud por parte del público con todo lo relacionado con la gastronomía.



“A parte de la viña en el plano de Barcelona. Los frutos que se cogen en el corregimiento son: trigo, pisana o trigo fuerte, mezcladizo, centeno, cebada, avena, mijo, sarraceno, panizo, maíz, judías, garbanzos, lentejas, guijas, guisantes, judiones, alcandía, habas, habones, tapissots, vezas o algarrobas, er, lino y cáñamo. También comenta que se cultivaban cebollas, alcachofas, calabazas, melones y alforfón”
Diario de los viajes hechos en Cataluña. (1788-1789) por el terrateniente Navarro-Mas a petición del viajero Francisco Zamora.



Pero me salta una pregunta. ¿Cómo podemos cambiar la tendencia  a la uniformidad de los productos agricolas?

Basta con entrar en una frutería y ver que solo hay una o dos clases de peras, una de ciruelas,  una de cebollas, una de patatas, etc.  En cuanto a las legumbres pasa igual y así podríamos seguir con todos los productos. En resumidas cuentas la relación de producto-proximidad -variedad-consumidor está rota.
Dentro de la feria hemos podido ver que los mercados están intentando acercar al consumidor a los  productos de proximidad como un valor de calidad necesario para su propia existencia en contraposición a las grandes superficies y tiendas de comestibles todo a 0´99€.



Visitando la feria me he fijado en un garbancillo de origen desconocido y recuperado gracias a un labrador socio de la Cooperativa Agraria de Sabadell y Comarca.  Desde hace cuatro años se cultiva en el Parque Agrario de Sabadell.  Es un producto de secano y ecológico. Se caracteriza por su color marrón, su pequeño tamaño pero que cuando se cuece crece hasta cuatro veces. De sabor intenso, pero suave, muy fino al paladar y sin apenas piel. Actualmente entorno a él se celebran unas jornadas Gastronómicas en Terrassa y una fira en Gallecs (Mollets del Vallès) junto con otros productos de proximidad.



A mí personalmente esta legumbre me fascina y en mi huerto en el Parc Agrari del Baix Llobregat me decidí este año a plantarlos de la variedad badil a ver como resultada ya que nunca me había decidido. 
Los resultados han sido muy buenos. Cada vez que los preparamos y los degustamos disfrutamos de un sabor y una suavidad que nunca antes habíamos notado en los que comiamos antes.




Es posible que poco apoco con la recuperación de variedades y productos casi olvidados podamos volver a sentir aquellos  sabores olvidados.

Es posible que se mantengan comunidades agrícolas sostenibles en zonas eminentemente urbanizadas y en lugares donde la agricultura ya no es un medio de vida para sus habitantes.

Es posible que jóvenes emprendedores tomen la decisión de trabajar el campo y vivir felices haciendo aquello que les gusta.


Marina Alonso tomo la decisión y junto con su pareja trabajan unas tierras de secano dedicándose al cultivo de  garbanzos ecológicos.  Después de la cosecha a finales de julio hacen la ruta del garbanzo con su furgoneta vendiéndolos directamente a los consumidores. También comercializan almendras y Marina está trabajando con la posibilidad de hacer quesos de cabra artesanos.

En resumidas cuentas podemos cambiar esta situación.
Hay cambios esperanzadores. Se estan moviendo los engranages, consumidores, productores, comerciantes, instituciones públicas y privadas, todos empujamos.  Pero al final  los consumidores tenemos la palabra. Podemos y debemos exigir productos de proximidad.  Consumir estos productos según nuestras posibilidades ara que cuando vayamos a comprar frutas, verduras o legumbres encontremos variedad, proximidad y calidad. 
Ferias como esta son la muestra de este cambio.