Este plato pudo haber tenido su origen en la gastronomía
romana, o, más probablemente en la gastronomía griega. Se disputan Aceuchal,
Palomas y Puebla de la Reina la invención del ajoblanco, pero de lo que nadie
duda es del origen humilde del plato.
Ingredientes:
150 grs de
almendras crudas.
1 trozo de
pan del día anterior.
1 taza de
aceite de oliva.
2 dientes de
ajo.
1 litro de
agua.
½ copa de
vinagre de Jerez.
Sal.
Uva moscatel.
Para los
picatostes: pan cortado a dados y aceite de oliva.
Elaboración:
En una
trituradora (thermomix) pasar los ajos, las almendras crudas y un poco de sal
hasta que quede todo reducido a una pasta fina y uniforme.
Remojar el
pan duro en agua, agregar a la pasta y trabajar hasta integrarlo bien.
A
continuación añadir el aceite, el vinagre y el resto del agua, y volver a
homogeneizar con la trituradora hasta que nos quede una textura fina. Rectificar
de sal.
Poner a
refrigerar en la nevara.
Mientras
tanto hacer unos picatostes, con el pan cortado en daditos y frito en aceite
hasta que queden bien tostados.
Servir frío,
con unos picatostes por encima y acompañado de uvas del tiempo a nosotros nos
gusta con uvas moscatel.