Aunque con la llegada de los fríos pueda parecer que los huertos están parados, no es así.
Cada día que voy al huerto veo como cambia, como crece aquella col, como florece aquel árbol.
Te das cuenta como la naturaleza no da tregua a la vida, y donde en verano hay tomateras, en invierno puede haber cebollas, lechugas, escarolas y así sucesivamente.
La función nuestra es saber administrar de forma respetuosa el ciclo de las plantas y de esta forma siempre tendremos a nuestra disposición un sin fin de hortalizas y verduras.
Ahora en Enero es cuando la tierra se toma su respiro y va cogiendo fuerza para afrontar la primavera con un vigor renovado.
Ahora voy podando los arboles, voy quemando los restos de malas hiervas y de las podas, de esta forma nos evitamos enfermedades y semillas indeseables.
Ahora están en su punto los calçots, las coliflores blancas y verdes están muy dulces y jugosas, las coles de repollo y un poco más tarde las de paperina que tanta fama tienen en Catalunya están perfectas apara hacer un buen caldo o un trinxat. Las cebollas babosas también empiezan a engordar y ya se pueden usar como tiernas. Las habas empiezan a florecer poco a poco. Las bledas están en plena producción y las espinacas ya despuntan de la tierra. Loa ajos van dándole la cara al sol, junto con los guisantes. Las escarolas están ya blanqueándose y las lechugas van creciendo poco a poco sin espigarse.
Como veis todo sigue.
Calçots
cebollas babosa.
Habas.
Espinacas
COLES:
Col de paperina.
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