Coincidiendo con el primera semana de febrero se celebra desde hace 160 años la feria de la Candelaria o Candelera en Molins de Rei.
A las puertas del Delta del Llobregat, Molins de Rei y toda la comarca eran un sinfín de huertas en las cuales se daban toda clase de productos de una calidad superior.
Tierras negras, arenas enriquecidas por los aluviones que el rio año tras año tras año iba depositando en sus riberas.
Pastos frescos donde los rebaños podían correr a sus anchas.
Toda esta riqueza natural creó una agricultura y ganadería muy importante. Además contaba con un mercado muy cercano en el área del Pla de Barcelona en plena expansión.
Y de la tradición de los mercados semanales y ferias que ya se celebraban cuajo nuestra fira de la candelaria. Coincidiendo con un momento en el campo de expectativa. Ya tenemos la tierra preparada para la primavera, podados los arboles, y es buen momento para plantar de nuevos, abonar, aplicar aceites de invierno contra plagas y enfermedades, etc., etc..Es un tiempo de esperanza delante de la nueva temporada agrícola. Un respiro que el pagès y ganadero pueden aprovechar para hacer buenos tratos en un ambiente fraternal.
Esa es la esencia de la Fira de la Candelaria.
Cuando a las ocho de la mañana (la mejor hora para disfrutar de la autentica feria) casi de noche ves en la zona de plantel a aquellos pagesès de toda la vida y a los nuevos post jubilados con sus arbolitos y sus ojos brillantes de ilusión. Te das cuenta de cómo la tierra nos ata y como nos hace quererla.
Con estas fotos os quiero transmitir un poco lo que siento y como me siento cuando disfruto de la vida.